Fondos de Inversión vs Seguros de Vida

 

Determinadas personas optan por un seguro de vida en vez de hacerlo por un fondo de inversión, pero ¿realmente existen muchas diferencias entre una y otra opción? Si nos remitimos al fondo de la operación, los fondos de inversión son una herramienta financiera en la que los clientes inversores ceden su dinero a un fondo común, el cual decide donde invertir ese dinero para obtener el mayor rendimiento en función de lo acordado con los inversores. Dependiendo del tipo de fondo de inversión, el riesgo será mayor o menor, de modo que fondos de renta fija tendrán un riesgo menor y por tanto irán acompañados de un rendimiento menor, mientras que fondos de inversión de renta variable irán acompañados de un mayor riesgo y por tanto de un mayor rendimiento.

Los seguros de vida funcionan de una manera similar, fundamentalmente, la diferencia entre ellos y los fondos de inversión es que cubren el fallecimiento de la persona asegurada mediante una compensación económica. El funcionamiento de un seguro de vida es sencillo, la persona interesada en contratarlo solicita la póliza. A través de esta póliza, el contratante se compromete a pagar mensualmente una cuota que le imponga la entidad aseguradora. El dinero que recibe la entidad aseguradora no se guarda en un cajón, ni tampoco en una entidad financiera, el dinero se pone en funcionamiento a través de fondos de inversión que van generando rentabilidad. Dicha rentabilidad será utilizada para cubrir los eventuales pagos que se pueden ir sucediendo en caso de que se produzcan fallecimientos y se ejecute el proceso de compensación que se firma en todas las pólizas de seguros que ofrecen las aseguradoras.

Los seguros de vida no son eternos porque no serían un negocio rentable para las aseguradoras, por lo general duran un tiempo determinado y al vencimiento de ese periodo el contrato expira. Dentro de los contratos de seguros de vida podemos encontrar varios elementos que resultan fundamentales a la hora de analizarlos detalladamente. El primero de ellos sería el tomador o contratante que sería el encargado de solicitar la póliza de seguros. El tomador siempre ha de ser una persona que supere la mayoría de edad. El asegurado, que podría ser el propio tomador, es la persona sobre la que recae la vigencia del contrato de seguro de vida. El asegurado siempre ha de ser una persona mayor de 14 años. El beneficiario de un contrato de seguros de vida es la persona que va a percibir la compensación económica acordada en el contrato. Evidentemente el beneficiario nunca podrá coincidir con la persona del asegurado. Por último y sin dejar de ser importante encontramos a la entidad aseguradora, la cual es la proveedora de este tipo de contratos y la encargada de gestionar el dinero recibido en las cuotas abonadas por los clientes.

Los expertos financieros consideran que a menos de que se corra un serio riesgo de pérdida de vida del cliente asegurado, la mejor opción es optar por un fondo de inversión ya que a la larga el beneficio va a ser mayor. Quizás resulta duro pensarlo pero en la mayoría de casos el beneficio de un seguro de vida, tristemente se sucede cuando fallece el asegurado y se hace efectiva la compensación económica por parte de la empresa aseguradora. Por tanto lo mejor es no jugar con este tipo de cláusulas y tratar de separar las herramientas financieras de las posibilidades de fallecimiento de una persona. Lo que realmente hace atractivo un contrato de seguro de vida para determinadas personas es el alto importe de compensación económica que ofrecen. Para muchos economistas resulta amoral el hecho de que existan entidades que pongan precio a la vida humana y que gracias a ello logren captar clientes para sus fondos de inversión. Todo ello plantea un serio dilema moral.



Fondos de Renta Fija

Los fondos de inversión de renta fija, los cuales dependen de las variaciones de los tipos de interés, se han convertido en una herramienta financiera muy importante para muchos clientes que desean invertir su dinero en fondos de inversión con la finalidad de obtener unos rendimientos extras sin correr excesivos riesgos.

 

Fondos de Renta Variable

Los fondos de inversión de renta variable, los cuales dependen de las variaciones de los mercados bursátiles de todo el mundo, se han convertido en una herramienta financiera muy imporatante para muchos clientes que se consideran amantes de la bolsa y les encanta "jugar" en un mercado en el que la volatilidad está a la orden del día.

 

Fondos Garantizados

Los fondos de inversión garantizados son los fondos de inversión preferidos para muchos clientes que desean invertir su dinero en fondos de inversión con la finalidad de obtener unos rendimientos extras sin correr ningún tipo de riesgo. La duración de estos fondos suele ir de 1 año a 10 años, siendo 5 años la duración recomendada por los expertos.

 

Fondos Mixtos

Los fondos de inversión de renta variable mixta son los indicados para aquellos clientes que desean obtener mayores rendimientos que con un fondo de renta fija y que no quieren asumir tanto riesgo como muestran los fondos de tipo variable. Es la combinación idónea.

 
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